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El Porsche 911 tipo 993 nació en 1993 y es la cuarta generación del 911, el primero de los cuales se presentó en 1963. Para los puristas, es el último 911 auténtico, porque las versiones posteriores iban a abandonar la refrigeración por aire del motor en favor de una refrigeración por agua más común…
Por primera vez, Porsche se atreve a tocar la silueta del 911, suavizando el frontal con unos faros redondos más inclinados (sólo se conservan el capó y el techo del anterior Tipo 964). La trasera ha sido tratada de la misma manera, aportando una buena pizca de dinamismo y modernidad al conjunto que, a pesar de todo, conserva todos los atributos de un 911. De hecho, esta nueva línea tiene tanto éxito que el 911 definitivo (tipo 997), que apareció en 2004, se inspira en gran medida en ella.
El interior de este 2+2 se mantiene fiel al de la generación anterior
El diseño del salpicadero ha sido el mismo desde el inicio del 911. La llave de contacto sigue estando a la izquierda del volante y la disposición frente al conductor es un duplicado del modelo original. El 993 muestra la información esencial para el conductor a través de 5 esferas circulares muy legibles, siendo la principal el cuentarrevoluciones con una zona roja a …7000 rpm.
Sin embargo, si se observa con detenimiento, los interruptores del salpicadero y la consola central se han redistribuido para mejorar la ergonomía. Por otro lado, el volante de 4 radios con airbag integrado ha sido rediseñado pero no es unánimemente apreciado. Peor aún, la falta de ajuste se siente cruelmente para obtener una posición de conducción perfecta. Por último, pero no menos importante, la pedalera es un calco de la del Volkswagen Beetle, con sus antiguas setas que salen del suelo para el embrague y el freno. No obstante, hay que felicitar a Porsche por el excelente acabado y la calidad de los materiales, que son bastante notables.
En la carretera con el 993
Al primer giro de la llave, el motor plano de 6 cilindros comienza a agitarse y engalana el espacio con un sonido único, a la vez estridente y metálico. Para aprovecharlo al máximo, el coche está equipado con una caja de cambios mecánica, controlada por una varilla, con 6 marchas (como la caja de cambios Tiptronic con modo automático, que es menos deportiva en su uso).
Por encima de las 4.500 rpm, este motor flexible y con par motor empuja con fuerza y proporciona a los ocupantes del coche unos rugidos espectaculares. Pero cuidado, cuanto más rápido va el coche, más ligera tiende a ser la parte delantera.
Cada vez que se acelera (de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos), es una euforia indescriptible: la parte trasera choca y la delantera da bandazos. Y como el depósito de 75 litros está situado en la parte delantera, cuanto menos combustible haya, más se desahoga el tren delantero. Por lo tanto, es esencial concentrarse en cada curva para no relanzar la caballería demasiado pronto, y más aún en carreteras mojadas. No conduces un 911, lo pilotas, puntualiza Crestanevada Sevilla. Este es un poco menos el caso del Carrera 4, que es muy indulgente gracias a su tracción total. Pero el 993 es mucho más civilizado que su predecesor desde el punto de vista de la conducción. Y si el conductor se mantiene razonable, el comportamiento sigue siendo muy seguro, incluso a alta velocidad, ya que el 993 es capaz de alcanzar unos bonitos 270 km/h de máxima.
A lo largo de su carrera, la potencia de este seis cilindros planos de 3,6 litros siguió aumentando, con 272 CV, luego 285 CV (con la introducción del Variocam) e incluso 300 CV en las versiones S finales, después de que la capacidad del motor se aumentara a 3,8 litros.
A finales de 1994, apareció el Carrera 4 con tracción total (reconocible por sus intermitentes blancos), luego, a partir de finales de 1995, el Targa (con techo de cristal corredizo), y los Carrera 2S y Carrera 4S (con aspecto de Turbo, pero sin alerón).
Se ofrecieron otras versiones mucho más deportivas, como el Turbo a finales de 1995 (408 CV), luego el Turbo S (450 CV), e incluso en 1996 un RS 3.8 despojado para los deportistas empedernidos (300 CV).
En 1997, los últimos 993 vieron evolucionar su caja de cambios, y luego el 911 progresó aún más radicalmente a finales del mismo año, mediante la nueva generación tipo 996. En esta ocasión, el frontal perdió su identidad al copiar el del Boxster y el Flat 6, aunque aún más potente (320 CV), pasó a estar refrigerado por agua.